Para conservar en óptimo estado los neumáticos hay que tener en cuenta:

– La presión del neumático, que debe comprobarse al menos una vez al mes o antes de un viaje largo.

– La profundidad del dibujo: Es aconsejable revisar el desgaste de la huella al menos una vez al mes. El mínimo legal permitido es de 1,6 mm. Conducir con niveles inferiores correr riesgos de seguridad y al mismo tiempo infringir la ley.

– Equilibrado: Es recomendable realizar el equilibrado de los neumáticos cada vez que se montan y desmontan del vehículo. El equilibrado evita el desgaste prematuro del neumático y protege la suspensión, la dirección y la transmisión del vehículo, mejorando significativamente el confort de los viajeros.

– Rotación: Alarga la vida útil de los neumáticos rotándolos periódicamente, cada 10.000 a 15.000 kilómetros. La rotación implica cambiar los neumáticos entre ejes delantero/trasero y de un lado a otro, derecho/izquierdo. Al cambiar de posición los neumáticos se desgastarán menos, y le permitirán ahorrar dinero.

– Válvulas: Por motivos de seguridad, las válvulas deben reemplazarse cada vez que se cambien los neumáticos. La válvula es muy importante para que el neumático conserve la hermeticidad. Soporta una gran presión y gradualmente irá gastándose por las fuerzas que se generan al girar la rueda.